DIDASKALOS

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miércoles, 8 de noviembre de 2017

Queronea, un cómic sobre otra batalla de la Grecia clásica

Los trescientos espartanos que cayeron defendiendo el paso de las Termópilas frente a los persas se ganaron la gloria inmortal gracias al relato que hizo Heródoto de su hazaña. Frank Miller adaptó la historia al cómic en su álbum 300, todo un clásico del género, que alcanzó gran popularidad tras su versión cinematográfica. Casi siglo y medio después de la batalla de las Termópilas, en la llanura de Queronea, otros trescientos hoplitas, en esta ocasión tebanos, murieron heroicamente luchando contra el ejército de Filipo II de Macedonia. Laura Rubio (Zaragoza, 1995) se ha inspirado en este episodio para el argumento de Queronea, un cómic más breve e intimista que 300, pero ambientado también en una sangrienta batalla de la Grecia clásica.


En el año 338 a. C. Filipo acabó con la resistencia de las polis griegas a la hegemonía macedonia derrotando en Queronea a un ejército liderado por atenienses y tebanos. Laura Rubio nos presenta la batalla desde la perspectiva del propio Filipo. Mientras se desarrollan los combates escuchamos la voz interior del rey, que reflexiona sobre la guerra, la destrucción y el heroísmo, y evoca un período de su infancia pasado como rehén de los tebanos, a los que ahora se enfrenta.
El cómic se abre con con el recuerdo de Creso, el rey de Lidia que consultó al oráculo de Delfos antes de atacar el imperio persa. En estas páginas iniciales la autora rinde su particular homenaje a la cerámica antigua de figuras rojas, uno de los precedentes últimos del cómic, imitando su estilo y sus colores. Incluso llega a copiar la escena de un ánfora conservada en el Louvre, que reproduce el episodio de Creso.



Laura Rubio reconoce su deuda con el arte de vasijas griego, en el que se inspiran no sólo las primeras páginas, sino los tonos ocres que predominan a lo largo de todo el cómic. Únicamente se añaden pinceladas de un rojo intenso para destacar la sangre o el color del cielo al atardecer. El gusto por grandes viñetas enmarcadas en negro que ocupan una página completa, o incluso dos, nos recuerda a las escenas centrales rodeadas por barniz negro que decoraban el cuerpo de los antiguos vasos griegos.


En la batalla de Queronea jugó un papel destacado Alejandro, que dirigió la caballería macedonia y sucedería a su padre tan sólo dos años después. Una viñeta en la que se le representa a caballo parece estar inspirada en el Alejandro triunfador de Isos, motivo central del famoso mosaico de la casa del Fauno en Pompeya.



Pero los verdaderos protagonistas de la historia son los miembros del escuadrón sagrado de Tebas y, sobre todo, Filipo, que es presentado como un personaje vulnerable, acosado por sus recuerdos y lamentando no haber podido sustraerse al efecto destructor de la guerra, precisamente en el momento de su victoria más señalada.


Al final del cómic se incluyen unos extras en los que la autora nos acerca a las fuentes históricas en las que se ha inspirado y añade detalles sobre sus protagonistas. La última página es para el león de Queronea, el imponente monumento funerario levantado en honor de los tebanos caídos, que he tenido ocasión de visitar en mi último viaje a Grecia.



Queronea está publicado por la editorial zaragozana GP Ediciones. Se puede adquirir en librerías o a través de la página web de la editorial. Yo elegí esta segunda opción y tuvieron la amabilidad de enviarme un ejemplar dedicado por la autora.


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